Convento de Santa Teresa
Cuarta fundación personal de Santa Teresa de Jesús, gracias a la donación de los terrenos por los hijos del Conde de Ribadavia en 1568, fundado bajo la advocación de la Concepción del Carmen. Después la Santa carmelita compró la casa de los Argüello para instalar el convento de cuya edificación ella misma se encargó, siendo uno de los que mejor representan el estilo que la Santa quería para sus casas, sencillas y austeras.
Perviven la entrada, que es la original de la casa de los Argüello y la celda de Santa Teresa, transformada en oratorio.
A pesar de la modestia de la construcción, convento e iglesia conservan tesoros muy valiosos. Alberga obras de arte como pinturas de Diego Valentín Díaz o Luis de Morales, y esculturas como Cristo crucificado expirante de Juan de Juni, un Crucifijo de Alejo de Vahía o varias obras de Gregorio Fernández, entre las que destaca un San José.
También las monjas guardan un conjunto de preciosas cartas autógrafas de Santa Teresa de Jesús y el códice, también autógrafo, del Camino de Perfección.