Escultura a escala humana inaugurada en 1966, obra de Eduardo Cuadrado . Se ubica en la Plaza Martí y Monsó, en el lado opuesto a la Fuente de las Sirenas y frente al solar que ocupó el único teatro que Valladolid tuvo hasta el siglo XIX, el desaparecido Teatro de la Comedia; lugar que después ocupó el Cine Coca.

Precisamente, la intención del Ayuntamiento de Valladolid al encargar esta obre fue mantener viva la presencia del teatro en la ciudad, en el emplazamiento que ocupó uno de los grandes símbolos de las artes escénicas de la capital.

El autor concibió esta escultura como homenaje a la figura del actor ambulante que llevó durante tantos años su arte por multitud de pueblos y ciudades, dejando constancia del carácter itinerante del oficio de actor en su actitud melancólica, en su inseparable maleta, en sus vestiduras raídas.

Sobre su espalda cuelgan dos máscaras como las que utilizaban los cómicos ambulantes, creando una interesante contraposición entre la razón humorística de su profesión y el aspecto afligido de la figura.