El Canal de Castilla ha recuperado su importancia gracias a su indudable valor histórico y a su rica biodiversidad. En pleno centro de Valladolid puede visitarse el término del Ramal Sur, justo detrás de la antigua fábrica de harinas La Perla, de donde arranca un sendero de con álamos y sauces blancos, numerosos patos y, en los meses de invierno, cormoranes y garzas reales.

Los cinco accesos que dan a este tramo han sido decorados con casi 600 metros de pinturas murales realizadas por Sergio Garrido como homenaje al papel que tuvo el Canal en su momento. El recorrido continúa después de atravesar la avenida de Gijón, ahora, con orillas despejadas que permiten observar el vuelo de aves rapaces.

Uno de los tramos más transitados es el comprendido entre esta dársena y la esclusa 42, una de las más interesantes del Canal de Castilla, con puertas, y un aspecto impecable gracias a su restauración en 2009. Son 3,5 kilómetros de baja dificultad.

Junto al tramo que discurro por el barrio de La Victoria se encuentra un Jardín Botánico que, desde 1999, atesora más de 30 especies de árboles y varias plantas autóctonas como alcornoques, cipreses o abedules.