Una soga como testigo mudo, acusador, advertencia del pavoroso hecho que marcó la vida de Igor. Hace un año y medio encontró el cuerpo de un alumno suyo ahorcado. Es el trágico supuesto con el que la compañía vasca Tanttaka reflexiona sobre el acoso escolar en la propuesta Soka (cuerda), coproducción con el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián que supone el debut en las artes escénicas de Mikel Gurrea, creador de este desgarrador monólogo.

Iñaki Rikarte se mete en la piel de un profesor de gimnasia ahogado por la culpa desde que conoció el suicidio de su alumno con una de las cuerdas de entrenamiento. La cuerda y el actor, únicos interlocutores sobre un escenario sobrio, dialogan sobre el miedo, sobre el sentimiento de responsabilidad que siente el docente, que ve la absolución en la inocencia jurídica, repudiado por compañeros, padres y alumnos que lo señalan como un culpable indirecto de lo sucedido. 

Austeridad absoluta en la escena, solo interrumpida por las proyecciones también creadas por Gurrea, Fernando Bernués dirige un montaje que cuestiona con delicadeza el papel de toda la sociedad, la que se mueve dentro de las aulas pero también la que mira desde la ventana, en el problema del acoso entre escolares.  

Las entradas para la única representación de Soka (Cuerda) en la Sala Concha Velasco del Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA), el sábado 25 de noviembre a las 20.30 horas, están a la venta a un precio único de 15 euros. Las localidades están disponibles en la página web www.vayaentradas.com y en la taquilla de la sala, abierta de martes a domingo, de 12 a 14 y de 18 a 20 horas, y los días de representación hasta el inicio de la misma.