Manolo Alcantara/rudo

En el espectáculo, un hombre rudo crea torres y figuras con pesadas cajas de madera . La fragilidad de las construcciones sobre las que se alza, para hacer precarios  equilibrios son fruto del deseo y de la ilusión
La música en directo (violin y violonchelo) hace de lírico contrapunto al esfuerzo titánico del personaje, que gruñe, suda y no decae en su delirio. En Rudo el espectador se encuentra atrapado dentro de un espacio íntimo, en una grada que parece que está a punto de caerse, (como el protagonista con sus equilibrios). Esta proximidad con la pista invita a compartir los peligros y anhelos de la vida.
Rudo trata sobre las personas que han convivido con la rudeza, el esfuerzo físico y los retos personales llevados a un extremo absurdo.