El título “C8H11NO2” tiene su origen en la fórmula molecular de la dopamina, un
neurotransmisor del sistema nervioso central, que se dispara de manera salvaje
cuando la mente de la persona entra en un estado psicótico como consecuencia
de la experimentación de un brote esquizofrénico.
En todo el proceso de trabajo experimental de esta creación expresionista
e híbrida, se combinan elementos aparentemente incompatibles, como la
contorsión, el butoh, la danza de rotura, la música electrónica y la entrevista en
video, todo ello en una atmósfera íntima.
El espectador se lleva la confesión íntima del hermano del director, que sufre
esquizofrenia, y que es plasmada en acciones físicas usando como material
principal el modelado de los cuerpos y la creación de formas cinéticas.
El director ve estas formas como incubadoras para el desarrollo de la enfermedad
que devasta y distorsiona hasta completar la pérdida de la propia identidad.
Como símbolo de vida, el agua revive el objeto que refleja en su superficie el
cuerpo sin identidad, de esta manera, los límites entre la realidad y la ilusión se
desvanecen, haciendo que el cuerpo ponga en contacto a la criatura imaginaria
con el mismo. Conseguir este contacto le ayuda a descubrir ¿quién es él? ¿es él
real? o ¿lo que hace le define como real? En esta búsqueda de respuestas es donde
se une con esta criatura imaginaria y libre de formas humanas…
“C8H11NO2” es una visión marcadamente física del mundo de la esquizofrenia:
intenso, inquietante, sin embargo, íntimo e hipnótico.
Dirección
Jakov Labrovid
Música y espacio sonoro
Davor Gazde
Vídeo
Jakov Labrovid
Diseño de luces
Jakov Labrovid
Antonia Kuzmanid
Colaboración artística
Angela Laurier
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