II Encuentro Clubes de Lectura en torno a “Mortal y Rosa” de Umbral.
24 de Octubre de 2013 – Sala Blanca. Laboratorio de las Artes de Valladolid.
La obra Mortal y Rosa de Francisco Umbral protagonizará el II Encuentro de clubes de Lectura de Valladolid, organizado por el Ayuntamiento de Valladolid, y que se celebrará en el Laboratorio de las Artes de Valladolid (LAVA) con motivo del día de la biblioteca.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la Fundación Francisco Umbral, que aportará 40 ejemplares de Mortal y Rosa para su lectura en los diferentes clubes, y desplazará a Valladolid la exposición “Francisco Umbral, libro a libro” María España Suárez, presidenta de la Fundación Francisco Umbral y viuda del escritor, manifestó su ofrecimiento durante el I Encuentro de Clubes de Lectura de Valladolid el pasado 5 de junio.
Nació en Madrid, el 11 de mayo de 1932. Su madre residía en Valladolid, pero se desplazó hasta Madrid para dar a luz con el fin de evitar las habladurías, ya que era madre soltera. Pasó sus primeros cinco años en la localidad de Laguna de Duero y fue muy tardíamente escolarizado, según se dice por su mala salud.
En Valladolid comenzó a escribir en la revista Cisne, del S.E.U., y asistió a lecturas de poemas y conferencias. Emprendió su carrera periodística en 1958 en El Norte de Castilla promocionado por Miguel Delibes, quien se dio cuenta de su talento para la escritura. Más tarde se traslada a León para trabajar en la emisora La Voz de León y en el diario Proa y colaborar en El Diario de León. Por entonces sus lecturas son sobre todo poesía, en especial Juan Ramón Jiménez y poetas de la Generación del 27, pero también Valle-Inclán, Ramón Gómez de la Serna y Pablo Neruda.
El 8 de septiembre de 1959 se casó con María España Suárez Garrido, posteriormente fotógrafa de El País, y ambos tuvieron un hijo en 1968, Francisco Pérez Suárez «Pincho», que falleció con tan sólo seis años de leucemia, hecho del que nació su libro más lírico, dolido y personal: Mortal y rosa (1975). En español no existe una obra que exprese mejor el dolor y el sufrimiento que se siente ante la pérdida de un hijo.
Su autor la define como memoria simultánea y el mundo de la literatura la considera una de las obras maestras del siglo XX. Umbral apresa entre palabras la alegría de un niño, de un hijo, y el dolor de su pérdida, en el que sólo se puede vivir. Su belleza no impide sentir un escalofrío cuando la felicidad se le escapa a uno entre los dedos al pasar la página.
Páginas llenas de melancolía y desgarro, reflexión sobre la vida y la muerte en torno a la figura del hijo perdido, del niño como símbolo del yo ideal, desaparecido e irrecuperable, cuya pérdida es la pérdida de uno mismo. Una prosa cercana a la poesía que busca traducir las emociones en palabras, adoptando forma de monólogo o de lamentación donde el autor se expresa de manera nostálgica, desesperanzada, irónica…
En el año 2003, sufrió una grave neumonía que hizo temer por su vida. Murió de un fallo cardiorrespiratorio el 28 de agosto de 2007 en el hospital de Montepríncipe, en la localidad de Boadilla del Monte (Madrid), a los 75 años de edad.
Una iniciativa a la que también podrán sumarse personas ajenas a los clubes.
¡Estáis todos invitados!