El Museo Nacional de Escultura dedica su nueva propuesta expositiva, que permanecerá en el Palacio de Villena hasta el cinco de noviembre, a la influencia del helenismo y el gusto pagano en el trabajo de Alonso Berruguete (1490 – 1561), recordado, sin embargo, por su obra sacra y sus retablos.

Cerca de 70 piezas procedentes, en su mayor parte, del Museo del Prado y del Museo Arqueológico Nacional;  componen la muestra ‘Hijo del Laocoonte. Alonso Berruguete y la antigüedad Pagana’. El título de la exposición hace referencia al hondo influjo de los cánones estéticos del helenismo más clásico en el Renacimiento, una huella palpable en las creaciones de Miguel Ángel o Rafael, con quien convivió –y se empapó de esta influencia- el palentino Alonso Berruguete.

Considerado el primer escultor español renacentista, Berruguete residió durante años en Italia, donde conoció de primera mano a los maestros de la escultura grecolatina clásica del Quattrocento –manifestó su admiración por Donatello y Miguel Ángel-. En Roma replicó el grupo escultórico Laocoonte y sus hijos, descubierto en 1506, hito que redirige directamente al ‘alma pagana’ del artista, cimiento de la actual muestra del Museo Nacional de Escultura. El sensual baile entre los mitos paganos y la tradición cristiana, sello del Humanismo, irrumpía en la Península Ibérica de la mano de Berruguete.

La muestra, comisariada por Manuel Arias, se aleja de la mera retrospectiva cronológica para centrarse en la admiración que sentía Berrugete por la antigüedad clásica a través de obras como el Sacrificio de Isaac, Pareja de Sibilas, la Anunciación, la Natividad y, por supuesto, una réplica del Laocoonte.

Visita la muestra

• Hasta el 5 de noviembre en el Palacio de Villena.
• De martes a viernes, de 11 a 14 y de 16.30 a 19.30 horas; sábados, de 11 a 21 horas y domingos, de 11 a 14 horas. 
• Entrada gratuita.