Separada de la plaza de San Pablo por la calle Rondilla de Santa Teresa, como si siempre hubiesen sido totalmente independientes, permanece la Puerta de los Carros.
Fue, sin embargo, parte del desaparecido convento dominico de San Pablo, fundado en Valladolid a principios del siglo XII y destruido a principios del siglo XX, después de la invasión francesa -cuando fue utilizado como cuartel- y la desamortización impulsada desde la primera mitad del siglo XIX.
Aunque hoy se encuentra en pleno centro de Valladolid, en el momento de su construcción el convento era extramuros, según las costumbres de las órdenes mendicantes como la dominica.
Así, detrás de San Pablo y de la Puerta de los Carros quedaba el convento de Santa Teresa, que se conserva, y las llamadas huertas de Gondomar.
El antiguo convento se extendía por el espacio que hoy ocupa en Instituto José Zorrilla, como muestra el plano de Bentura Seco del año 1738. En este documento, considerado el plano topográfico más antiguo de Valladolid, aparece el desaparecido convento –en la actualidad, solo sobreviven la Iglesia de San Pablo y la citada puerta- y su unión con la Puerta de los Carros.
En la imagen se puede apreciar la plaza de San Pablo o de Palacio, la iglesia que hoy permanece en pie y, a su derecha, el convento. Detrás de él figuran las huertas y la Puerta de los Carros (como si de un pasillo se tratase).
Esta última daba acceso a las huertas del convento. Su función, como indica el nombre, era dar paso a los grandes objetos agrícolas que no pudiesen acceder al patio de otra manera.
A sus pies descansa un bloque de piedra que reza ‘Puerta de los carros. Estilo clásico de principios del siglo XVII. Servía de entrada a la huerta del convento de San Pablo por la Rondilla de Santa Teresa’.
No hay comentarios