- Se celebra en 1956 como un festival ligado a la Semana Santa y bajo el nombre de Semana de Cine Religioso de Valladolid.
- Su fundador, Antolín de Santiago y Juárez, dirigió el festival hasta 1973, durante dieciocho ediciones. En 1971 fue nombrado alcalde de Valladolid, cargo que compaginó con la dirección de la semana de cine durante dos ediciones.
- Valladolid era una ciudad con gran afición al cine. Ese año, con apenas 110.000 habitantes, contaba con ocho salas de cine: los teatros Calderón, Lope de Vega, Zorrilla, Carrión y Pradera –este último, desaparecido- y los cines Coca, Roxy, Capitol, Goya, Delicias y Lafuente.

El desaparecido cine Goya
- Para atraer espectadores, las localidades se vendieron a nueve pesetas –cuatro pesetas menos que el precio normal para un estreno nacional.
- Al público le costó decidirse a participar en lo que hoy es la SEMINCI, pero el interés creció rápido y en las últimas proyecciones se agotaron las entradas.
- Solo se proyectaron seis películas, todas ellas, españolas: Balarrasa (José Antonio Nieves Conde), Cristo (Margarita Alexandre y Rafael María Torrecilla), El Judas (Ignacio F. Iquino), La guerra de Dios (Rafael Gil), La mies es mucha (José Luis Sáenz de Heredia) y Una cruz en el infierno (José María Elorrieta).
- El certamen se inauguró justo un día antes de la entrega de los premios Oscar: el 20 de marzo.

Antolín de Santiago y Juárez recibe una medalla conmemorativa de la primera edición del festival
- Antes del pase de la primera película –Una cruz en el infierno– se proyectó el No Do.
- Una acalorada discusión sobre la nacionalidad de Cristóbal Colón protagonizó una cena de clausura que dejó el cine en un segundo plano.
- Ese mismo año, España se unió a la Unión Internacional de Empresarios Cinematográficos y se fundó el Servicio para la Difusión del Cine Español en el Extranjero (Uniespaña) dentro del Sindicato Nacional de Espectáculo.
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